El objetivo del estudio ELLA es aprender más sobre cómo la exposición a sustancias químicas ambientales durante la adolescencia, un período de rápido crecimiento y cambio, afecta al desarrollo corporal y cómo esos cambios podrían aumentar el riesgo de cáncer de mama con la edad.
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Los estudios sugieren que el origen del cáncer de mama puede ocurrir temprano, por ejemplo, en el útero y durante la pubertad. Estos períodos de tiempo se conocen comúnmente como “ventanas de susceptibilidad”, etapas de desarrollo claves en las que un individuo puede ser más vulnerable a las exposiciones ambientales. Hay muchos estudios que ponen esto en evidencia. Por ejemplo, las mujeres que estuvieron expuestas en el útero al DES (dietilestilbestrol), un estrógeno sintético administrado a las mujeres embarazadas a partir de la década de 1940 para reducir riesgos de complicaciones, tienen casi el doble de riesgo de desarrollar cáncer de mama después de los 40 años que las mujeres que no estuvieron expuestas. De igual modo, se descubrió que las mujeres que estuvieron expuestas a los más altos niveles del pesticida DDT antes de los 14 años tenían un riesgo cinco veces mayor de desarrollar cáncer de mama en comparación a las mujeres con exposiciones más bajas.

Se ha demostrado que las sustancias químicas ambientales también contribuyen a una amplia gama de problemas de desarrollo y reproducción, y es posible que los efectos en la salud a las exposiciones en la infancia no aparezcan hasta años después. Por ejemplo, los investigadores descubrieron que los niños que estuvieron expuestos en el útero y en la primera infancia a los PBDE, un tipo de sustancias químicas resistentes al fuego de amplio uso, tenían deficiencias de atención, cognición y motricidad fina a los cinco y siete años. Las exposiciones ambientales a temprana edad también están relacionadas con la obesidad, la diabetes y otros trastornos.

La adolescencia representa una ventana de susceptibilidad particularmente importante, debido a que es un período durante el cual las células mamarias se dividen rápidamente y la glándula mamaria sufre cambios significativos. A pesar de eso, hay pocos estudios hasta la fecha enfocados en las exposiciones ambientales durante la pubertad. El estudio ELLA es único en el sentido de que es el primer estudio que analiza la influencia de las sustancias químicas medioambientales en la composición de los senos en las adolescentes. Los estudios en ratones, realizados en paralelo, aclararán aún más los mecanismos subyacentes de la relación entre las sustancias químicas y el riesgo de cáncer de mama.