Todos los días estamos expuestos a sustancias químicas, muchas de las cuales se encuentran en los productos de consumo que usamos. Cuando las niñas atraviesan la pubertad y sus senos se desarrollan, el tejido mamario se vuelve particularmente susceptible a estas influencias ambientales ya que las células mamarias se están dividiendo rápidamente. Por eso es fundamental entender cuáles son las sustancias químicas que conviene evitar durante este importante período de la vida.
Para explorar este tema, hemos lanzado el proyecto Exposición Temprana en Adolescentes Latinas (ELLA): un proyecto de investigación innovador y oportuno centrado en el impacto de las sustancias químicas ambientales en el desarrollo de los senos de las adolescentes y cómo esto puede influir su riesgo de cáncer de mama con la edad. El estudio es una colaboración entre cuatro importantes instituciones de investigación: Brigham and Women’s Hospital/Harvard Medical School, Fox Chase Cancer Center, Universidad de Chile y Silent Spring Institute.
El proyecto es innovador porque es el primer estudio en el mundo que realiza evaluaciones de densidad mamaria en niñas adolescentes jóvenes utilizando una nueva tecnología de rayos X de baja dosis llamada DXA (absorciometría con rayos X de doble energía). Estas evaluaciones nos permitirán ver cómo se relacionan los cambios en la composición de los senos con la exposición a ciertas sustancias químicas comunes. El proyecto de ELLA es también oportuno porque en los últimos años hemos aprendido a valorar, más que nunca, el hecho de que el cáncer de mama es una enfermedad que se puede originar durante la infancia. Se está obteniendo abundante evidencia de que los factores perinatales e infantiles pueden afectar el riesgo de cáncer de mama en la edad adulta. Ahora, estamos empezando a entender que la pubertad es también una «ventana de susceptibilidad» importante, mucho más importante de lo que creíamos anteriormente.
Lo bueno del estudio de ELLA es que estamos explorando estas exposiciones ambientales en un grupo en curso de 500 niñas adolescentes en Chile. Se ha hecho un seguimiento de estas niñas desde los cuatro años como parte de un proyecto a largo plazo llamado Estudio de Grupo sobre el Crecimiento y la Obesidad. Recientemente estuve en Chile y tuve el privilegio de conocer a algunas de las jóvenes participantes de este estudio. Me impresionó mucho la actitud de las niñas en su deseo de contribuir a la investigación. Ellas visitan el centro de estudios con regularidad y, para muchas de ellas, los exámenes se han convertido en una parte rutinaria de su vida. La perspectiva de participar en investigaciones de vanguardia y de ayudar a un avance de la ciencia destinado a prevenir el cáncer de mama es para ellas algo emocionante y enriquecedor a la vez.
Otro aspecto clave del proyecto es que el estudio es paralelo a un estudio con animales, donde tenemos el lujo de contar con un entorno experimental controlado. Los animales estarán expuestos a sustancias químicas (las mismas que estamos midiendo en las niñas) durante el equivalente a su pubertad, y se examinarán los efectos sobre la morfología de sus glándulas mamarias y su riesgo de cáncer de mama. Estos experimentos con animales se realizarán en el laboratorio del mundialmente reconocido profesor José Russo, quien ha sido un líder en morfología de las glándulas mamarias durante varias décadas.
Los resultados de nuestro estudio serán difundidos en los EE. UU. por el Silent Spring Institute, que tiene experiencia única en comunicar el impacto de sustancias químicas ambientales en la salud, y a la población chilena a través de nuestros colaboradores de la Universidad de Chile en Santiago. Recientemente se creó un Consejo Asesor de Padres en Santiago para ayudar a involucrar a las familias participantes y a la comunidad en general. Las niñas también participarán en el desarrollo de materiales educativos y de divulgación centrados en las sustancias químicas ambientales y en actividades sanas para la reducción del riesgo de cáncer de mama.
Este es un proyecto apasionante y único, cuyos resultados podrían tener un gran impacto en nuestra forma de entender la influencia de las sustancias químicas durante esta etapa tan crítica de desarrollo, en la prevención del cáncer de mama y en la salud pública en general.
Karin Michels es profesora y directora del Departamento de Epidemiología en UCLA Fielding School of Public Health. Es investigadora principal y líder del proyecto de ELLA.